29 de marzo de 2007

Victor Hugo y yo

por Ricardo Gondim

Enfrenté las más de 1200 páginas de “Los Miserables” y quedé fascinado, conmovido y desafiado por el romanticismo poético, lírico, de Victor Hugo.

Confieso que me perdí en algunos relatos históricos sobre la Francia de Napoleón, sobre Robespierre, y con los eventos que antecedieron la caída de la Bastilla. Sin embargo, no me desconecté, en ningún momento, de la trayectoria de Jean Valjean, Fantine, Cosette, Javert y otros.

Delante de Hugo, me siento como una luciérnaga que mira hacia arriba y contempla una estrella de eminente grandeza; separados por millones de quilómetros, no soy más que un insecto que intenta parpadear su luz al compás del astro infinitamente mayor.

Creo que nadie debería pasar por la vida...
sin oír a Bach,
sin leer la biografía de Nelson Mandela: “El largo camino hacia la libertad”,
sin ver jugar a Ronaldinho,
sin contemplar un Van Gogh original,
sin entrar en la catedral de la Sagrada Familia de Gaudí en Barcelona,
sin ver las Cataratas del Iguazú,
sin comer un “baião de dois” (plato tradicional de Ceará) y
sin leer, además de la Biblia, “Los Miserables”.

Yo ubico su obra entre las mayores de la literatura de todos los tiempos; su narrativa fluye, sus personajes están bien construidos, el argumento no cae en los lugares comunes de otras novelas y su visión del mundo es bellísima – vale comparar el optimismo iluminista de la modernidad y tener nostalgia de nuestras antiguas utopías.

Basta citar el prefacio del propio Victor Hugo para que la boca se haga agua:
"Mientras a consecuencia de las leyes y las costumbres exista exclusión social, creando artificialmente infiernos en plena civilización y complicando con una humana fatalidad el destino, que es divino; mientras los tres problemas del siglo – la degradación del hombre por el proletariado, la prostitución de la mujer por el hambre, y la atrofia de la niñez por la ignorancia – no fueren resueltos; mientras en ciertas regiones sea posible la asfixia social; en otros términos, y bajo un punto de vista más amplio, mientras haya ignorancia y miseria sobre la tierra, los libros como este no serán inútiles".
Sugiero a todos mis amigos que se decidan y lean – o relean, si es el caso – la maravillosa historia de un hombre que ser pareció mucho a Jesús de Nazaret.

Te aseguro que nunca volverás a ser el mismo.

Soli Deo Gloria.


(N. del T. tengo una versión del libro "Los Miserables" en español, en formato PDF de 1.83 MB. Es libre y gratuita. Si alguien desea el archivo, favor de enviarme un correo a lgabrielpr@yahoo.com y se lo envío. Gabriel)