26 de mayo de 2008

Por favor, otra vez no

por Ricardo Gondim

Por favor, no quiero oír explicaciones sensibleras para las tragedias asiáticas.

Por favor, mejor me ahorran tener que escuchar “los asiáticos son budistas, por lo tanto idolatras que merecen que Dios derrame el cáliz de su ira”.

Por favor, no me digan que la mordida de Adán y Eva en el fruto prohibido fue la causa primaria de tantos sufrimientos. Si tales razonamientos forman la lógica que fundamenta algunos argumentos, no quiero participar de esa lógica. Si acaso tenga que pagar el precio de ser llamado hereje por no pensar de esa manera, no me importa. Abandono el análisis del biblista, del hebraísta, del profesor de teología sistemática, sea quien sea que escoge historias del Antiguo Testamento para mostrar cómo Dios castiga las naciones con el “furor de su odio”.

Por favor, déjenme en paz. Quiero aprender a llorar para ver el noticiero con otro espíritu.

Por favor, dejen avivar mi indignación contra los dictadores de Myanmar.

Por favor, tengo que reconstruir los contenidos de mi corazón ante tanto dolor.

Soli Deo Gloria.